El cine chino de artes marciales, también conocido como wuxia, es fácilmente identificado por sus complejas coreografías de acción que desafían la gravedad, agitan a la audiencia y resaltan un código de honor siempre necesario en un guerrero de la antigua China. La nueva propuesta de Hou Hsiao-Hsien es de un tono muy distinto.
La más reciente producción de este chino, premiado como mejor director en Cannes por La asesina, regresa a la Cineteca Nacional tras su paso por la 60 Muestra Internacional de Cine.
El filme se desarrolla en la China del siglo IX. A la edad de 10 años, Nie yin niang, hija de un general, es secuestrada por una monja para ser entrenada en artes marciales. Después de varios años se convierte en una extraordinaria asesina encargada de eliminar a los gobernadores corruptos de la región. Después de fallar una importante misión, su maestra le encomienda regresar a su lugar de origen para asesinar a un prominente blanco que la obligará a decidir entre el amor y la ancestral disciplina que ha regido su vida.
A pesar de contar con una trama sencilla, La asesina deja muchos elementos a la imaginación del público y no se detiene para aclarar cada paso del relato. Extraída de una novela de la lejana época de la dinastía Tang, se trata de una cinta más cercana al minimalismo que al espectáculo característico de las películas wuxia. El director optó por favorecer la escenografía con largos planos generales, capturados por la distinguida fotografía de Ping Bin Lee, e incluyendo muy pocos diálogos y escenas de acción, dejando la historia en segundo plano.
Robbie Collin, de The Telegraph, aplaudió la serenidad en el ritmo de la película. “Aunque La asesina tiene sus raíces en el cine de acción, Hou quiere bajar tu frecuencia cardiaca, no incrementarla. La banda sonora raramente es más compleja que un ritmo de tambor grave, que casi podría ser el latido controlado del corazón de la asesina”.